En una ocasión alguien me dijo "Escribe, inventa, siente y luego haz con ello todo tu universo." Y eso fue lo que hice. Desde entonces no he podido parar.
Mi pasión por la escritura comenzó leyendo. Siempre he admirado a todas aquellas personas que crean algo, por muy pequeño que sea. Y la literatura es eso: crear. Soñar con historias, personajes y mundos. Compartir secretos, vivencias y hacerlas únicas.
Recuerdo las noches en que las páginas se quedaban cortas admirando la pluma de J.K. Rowling y cómo había creado ese fantástico mundo que hoy es Harry Potter. Leía ensimismada la aventura de esos tres chiquillos, que crecieron junto a mí y deseé escribir sólo la cuarta mitad de bien que ella en un futuro.
Y así comencé a plasmar ideas en el papel, cayendo víctima del enamoramiento crepusculiano de Stephenie Meyer, o el mundo de Cassandra Clare, a la que sin saberlo fui convirtiendo en mi referente.
Mis primeras historias que ahora releo con nostalgia, y me ayudan a mejorar las presentes. Pues así, maravillosos, comenzó esa etapa en la que dejas de leer mundos mágicos para crearlos tú misma.
Por eso hoy os traigo algo especial. Para todos los amantes de las letras que, al igual que esta servidora, imaginan, inventan, crean, sueñan, viven y destilan palabras.
Mi relato en el VII concurso internacional de Mujeres Viajeras, que junto a treinta y nueve maravillosos más, quedó finalista y ahora adorna como uno más (un poco preferente todo sea dicho de paso 😄) mi estantería. Titulado "You will never walk alone" narra una vivencia personal a través de un viaje a Liverpool.
Con esto, sólo os animo a que participéis en concursos. A que inventéis, y a que soñéis... porque si sueñas todo es posible (como bien dice la lotería). Tarde o temprano llegará la recompensa. Y no existe mayor que las emociones que despiertan las palabras.
¡Nos leemos maravillosos!
